Para mantener al día el aumento de vehículos eléctricos estimado en entre 33 y 44 millones para 2030, el marco de infraestructura de la UE debe priorizar las estaciones de carga eléctrica.

La apuesta por una integración masiva y en plazo de energías renovables en el sistema actual plantea numerosos desafíos para los distintos agentes involucrados. Además de la gestión de la seguridad y la salud de los trabajadores, es de vital importancia garantizar que las nuevas instalaciones sean construidas cumpliendo con los requisitos legales y los códigos y normas aplicables. Y una vez que las instalaciones se encuentran en funcionamiento, la seguridad en la operación y su mantenimiento juegan un papel fundamental en su estrategia de operación.